17 de enero de 2011

Miedo, temor, terror, pánico y otras cosas agradables

Siendo seres tan racionales, me parece curioso todo lo que los seres humanos no podemos controlar, esos sentimientos irracionales que brotan en cualquier momento sin esperarlo, uno de ellos es el MIEDO.

Cito a la wikipedia (gran fuente de conocimiento): "El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en los animales como en el ser humano. La máxima expresión del miedo es el terror".

En la naturaleza el miedo tiene una función de defensa, para poder escapar inconscientemente de los peligros que nos acechan, pero creo que nosotros hemos llevado el miedo un poco más allá, ya que aparte de los comunes, inventamos todo tipo de temores: volar, la oscuridad, las arañas, los perros, la violencia, los fantasmas, las muñecas de porcelana (este es el de mi infancia), etc. Muchos de ellos no amenazan nuestra vida, pero ¿por qué sentimos ese pavor? Probablemente por la evolución de nuestro cerebro.

Y en el órgano más importante de nuestro cuerpo (sí, me refiero al cerebro) existe una zona llamada amígdala cerebral (no son las que se te inflaman en invierno, no) cuyas neuronas se encargan de procesar y almacenar emociones, entre ellas el miedo. Ya estaba demostrado en animales, pero ¿ocurre lo mismo en los seres humanos? Un grupo de investigadores acaba de mostrar resultados que lo corroboran. Utilizaron como sujeto de estudio duarnte varios años a una mujer que tenía dañada la amígdala, comprobrando que no respondía ante ningún estímulo relacionado con el terror. Es curioso que uno de los ensayos (qué mal lo pasamos los científicos) fue llevarla a una casa embrujada (espero que fuera buena, porque algunas en lugar de miedo dan risa). A raíz de estos experimentos se podría intentar desarrollar una forma de "desactivar" las neuronas de la amígdala y ayudar a pacientes con desórdenes post-traumáticos, pero hay que tener cuidado, que el miedo forma parte de nosotros y de nuestra autodefensa, no vaya a ser que te "desconecten" y cuando nos invadan alienígenas no echemos a correr, o que venga un detective de la SGAE a hacernos pagar por poner música en el laboratorio y nos quedemos pasmados en lugar de echarle a patadas.

Aunque los del hormiguero son bastante chapuceros con la ciencia, me gustó el vídeo que hicieron sobre el miedo, sobre todo porque la cría esa acojona un rato largo.

 

Otra forma de observar las reacciones ante el miedo es a través del cine, tan especializado en ponernos los pelos de punta, hacernos chillar y taparnos con la manta mientras esperamos que aparezca lo desconocido de detrás de una puerta.  A mí es una sensación que me encanta, por eso disfruto viendo películas de terror (sólo si son buenas, claro), pero no las que caen en el juego fácil de dar sustos imprevistos, sino las que te tienen en vilo pensando "ahora va a pasar, ahora..." o gritándole al protagonista que tenga cuidado, porque seamos sinceros, aunque sepas que detrás de una puerta hay algo horrible esperándote, prefieres abrirla para comprobarlo antes que quedarte con la duda.

Y cómo no, para terminar, un poco de humor:

1 comentario:

  1. el miedo para mi es algo totalmente irracional, por eso se disfruta tanto

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