Creo que ya me he tomado mi tiempo de descanso. Entre el puente, estar algo perjudicada físicamente (llega el frío y parece que atraigo a todo virus/bacteria/bicho-en-general con mala intención) y agobios varios no he escrito nada. Además me ha dicho uno de mis lectores (uno de los tres) que tengo que publicar más a menudo para enganchar a mi público. Lo haré, pero sólo porque no le puedo decir que no.
Si reflexionara sobre cualquier asunto ahora creo que maldeciría mi suerte y solamente porque como el autobús de hoy ha decidido dejar que disfrutara del rocío del alba (traducción: un frío de cojones) y anoche no pude descansar en condiciones (soy pura poesía, buscad la rima) no estoy en plenas condiciones mentales.
Pero a lo que iba... ¡Por fin me presenté a mi primer examen de japonés! Se acabó el estudiar y darle vueltas una y otra vez. El domingo 5 de diciembre me presenté al Noken 5, que es el nivel oficial más bajo del idioma japonés. Sí, el 5 es el nivel más bajo y el 1 el más alto, que cada vez que lo explico alguien me suelta: "estos japoneses todo lo hacen al revés". Debe ser que caminan haciendo el pino y yo no me he enterado. He de decir que es un examen bastante estresante, empezando por tener que ir a hacerlo a Madrid, porque sólo hay dos sedes donde se realiza, una en dicha capital y otra en Barcelona. Bueno, llegamos a la universidad complutense y lo primero unas flechas muy amables indicaban el camino hacia las aulas, dando un bonito rodeo por el campus (al salir vimos que la estación estaba justo en frente, benditas indicaciones). Al llegar nos infiltramos entre una masa enorme de gente, todo hasta arriba, eran las 9 de la mañana. Nos apañamos como pudimos y buscamos la mesa de registro (mi compañero y yo teníamos números diferentes, como en la pescadería), colándonos entre la gente que esperaba (no con maldad, es que moverse era complicado). Tras mostrar el DNI y encontrar el aula (arduo proceso) entramos al examen. Seguimos con el estrés, tenías que enseñar todo el rato la identificación, sentarte en el sitio con tu número, sólo podías tener en la mesa lápiz, goma y sacapuntas...
Una vez sentados (9:30) nos dieron unas instrucciones de 20 minutos sobre cómo rellenar el examen y también comentaron que como sonara un móvil, aunque fuera en modo vibración, te "echaban" del mismo y lo anulaban. Justo al acabar la frase todo el mundo se levantó a comprobar sus teléfonos, claro. Una vez explicado todo, por fin empezamos. Esta primera parte de vocabulario y kanji me salió bien, con alguna duda, pero sin mayor importancia. Al terminar nos dieron como 20 min de descanso (para qué? ni idea), tras los cuales volvimos con las pertinentes comprobaciones para que no te cambiaras con tu hermano gemelo maligno o algo así. Otra vez las explicaciones y hacer la parte de gramática y comprensión lectora, diría que me salió bien, pero esta parte me dejó algo dubitativa, la verdad. Venga, ahora 30 min de descanso para un café absolutamnete necesario y un donuts de chocolate por puro vicio. Vuelta a empezar con las instrucciones (tercera vez que nos contaban lo del móvil, por supuesto) y por fin la tercera y última parte de comprensión auditiva (a esto toda la puñetera vida lo he llamado "listening", qué daño ha hecho el inglés). Perfecto, muy fácil. Pondré un ejemplo en castellano del tipo de preguntas:
Enunciado: Quieres saber qué hora es, ¿qué dirías?
Respuestas:
-Tengo hambre
-Hello Kitty merece morir
-¿Qué hora es?
Si acertáis seguro que ha sido suerte. Quizá exagero (recordemos que vivo en Bilbao, tengo que mimetizarme con el ambiente), pero era muy fácil, creedme.
Al acabar tuvimos que esperar a que comprobaran que estaban todos los exámenes y nos dijeron que si por algún casual salía alguna de las preguntas del examen en internet, se anularía toda la prueba y no saldrían las notas (miedito), por si alguien no lo sabe se hace el mismo examen a nivel internacional. Exhaustos salimos a las 13:30 de allí.
Como premio fuimos a un restaurante japonés de Madrid, el Oishii, y comí mi primer ramen auténtico (véase no instantáneo). Riquísimo, con carne, setas, verduras... se me cae la baba de recordarlo. No me extraña que Naruto tenga ese vicio.
Creo que ha sido el examen más estresante y agotador de mi vida, ¿alguna vez os habéis presentado a algo parecido? estos japoneses se lo toman muy en serio. Pero por lo menos salí contenta y con la sensación de deber cumplido. Ahora a esperar a la nota que llegará dentro de dos meses...
La respuesta siempre es Hello Kitty merece morir... verdad?
ResponderEliminarEl gatostiable se lo merece, sí.
ResponderEliminarParecerá raro, pero yo he usado la frase "¿ Sabes qué hora es?" para indicar que tengo hambre !! :D
ResponderEliminarJooooo, que envidia!!!!! Yo quiero probar ese ramen!!!!!!
ResponderEliminarNo había pensado en eso, Agent. Ahora me pregunto si habré acertado... que ya se sabe que los japoneses lo hace todo al revés.
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