6 de julio de 2011

Caprichos, curiosidades y frikadas vol. 1

Y es el volumen 1 porque me da la sensación que habrá unos cuantos más, porque aquí cada día pasa algo diferente, curioso y/o interesante.

Comenzando por nuestra llegada, dos de las costumbres japonesas que ya sabíamos, pero que siempre llaman la atención. En el hotel donde nos alojamos el primer día nos encontramos esto:

Seguro que a todos os suena, al entrar en las casas hay un pequeño espacio donde tienes que quitarte los zapatos y ponerte unas zapatillas para poder pasar. Lo que me sorprendió fue que también tuviéramos que hacerlo en el hotel. Me parece una buena forma de no ensuciar tanto.

Normalmente los japoneses tienen una ducha separada de la bañera, primero se lavan en esa ducha para luego meterse limpios y poder darse un baño, en muchas casas toda la familia aprovecha ese mismo agua para bañarse, de ahí que se duchen antes de entrar.

Aquí no se puede fumar en la calle, y en España montando todo ese jaleo por no poder fumar en los bares, como lo prohíban también en la vía pública estallará la revolución. En esta ciudad tienen unos espacios habilitados para que puedan fumar. Lo impactante es que en muchos recreativos sí que está permitido. Mirad qué señal tan mona:


Esta tarde en una estación vi a un monje y me recordó a tantos animes y películas donde salen. Creo recordar que van de peregrinación sin nada y piden limosna para poder continuar, pero volveré a informarme bien.


Ahora mismo, tras casi una semana en Tokio, tenemos un montón de bolsas de basura apiladas en la entrada, no me extraña que ya tengamos una compañera de piso llamada cuqui. Tienen varios tipos de basura: las botellas de plástico y periódicos que se reciclan se sacan a la calle para que los recojan una vez a la semana; el metal, bombillas y cosas por el estilo se sacan dos veces al mes; y lo más increíble, el resto de basura (orgánica, plásticos, etc) que se incinera tras recogerla, se saca dos veces a la semana (¿cómo pueden sobrevivir sacando sólo dos veces la basura? eso es el paraíso de los bichos), no acabo de entenderlo. Relacionado con ésto decir que no hay contenedores, las bolsas se dejan en la calle, al lado de la señal correspondiente. Tampoco hay papeleras, pero me dicen por aquí que tiene más que ver con ataques terroristas o algo por el estilo.




Pasemos a "caprichos", lo escribo entrecomillado porque lo primero que pongo es la compra grande que hicimos al llegar, lo cual es de primera necesidad, pero como no entendemos bien japonés (por lo que no sabemos exactamente qué es cada cosa) y nos encantan las tonteriucas, dejémoslo en algo intermedio. 

Las galletas de la izquierda están muy malas, ni comparación con las del mercadona, pero el café de oreo está muy muy rico.

Casi todo pasta, aquí no nos faltan los hidratos. Lo que está justo en el centro se utiliza para echar en el arroz blanco y le da un sabor riquísimo, ya me he comprado otro que es de algas saladas.
Luego tenemos en los supermercados (o conbinis) unas bandejas (bentos) con comidita preparada, hay de muchos tipos y no son nada caras, perfecto para solteros (ay si tuviéramos esto en Bilbao).
En cada esquina de la ciudad hay máquinas que venden agua y refrescos (no me extraña, probabilidades de deshidratación con este calor: 99%) y voy probando lo que me atrevo.


Una lata de café con leche fresquito. Gran invento, sí, señor.

Té frío. Está muy bueno, además en los restaurantes te sirven gratis todo el que quieras y en verano te lo ponen con hielo, me estoy aficionando.
Otra cosa curiosa sobre comida que ya había visto en otros blogs, en algunos restaurantes tienen escaparates con platos de plástico imitando a la comida que sirven dentro y justo hoy también lo hemos visto en una pastelería:



Por último, las frikadas no pueden faltar. ¿Por qué hay mangas a un euro? ¡Estos japoneses nos llevan años de ventaja! Ya tengo en mis manos el primer tomo de One piece y otro especial. Por ahora me estoy controlando a pesar de haber estado en tiendas enormes de manga, anime y merchandising. Me despido con mi querido Luffy.

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